TRASTORNOS DE PERSONALIDAD Y CONDUCCIÓN
Se dice que “cada uno conduce como
vive” (Tillmann y Hobbs), pero no
tenemos que remitirnos sólo al curso vital del delincuente vial, sino que
tenemos que aplicarlo también a su actitud en las vías y a la estructura de su
personalidad.
Con respecto a la personalidad, sabemos que ésta desempeña un papel
determinante en la conducta del ser humano en el tráfico, y por lo tanto los
trastornos de personalidad influyen directamente en las decisiones y
actuaciones que tomemos cuando vamos circulando.
Los trastornos de la personalidad
se caracterizan por patrones de percepción, reacción y relación que son
relativamente fijos, inflexibles y socialmente desadaptados, incluyendo una
variedad de situaciones.
Las personas con trastornos de la personalidad
generalmente no son conscientes de que su comportamiento o sus patrones de
pensamiento son inapropiados; por el contrario, a menudo creen que sus patrones
son normales y correctos.
Existen ciertos trastornos de la
personalidad (personalidades con rasgos antisociales, narcisistas o
personalidades límites) que se asocian con una mayor propensión a la conducción
temeraria y por tanto a los siniestros viales.
Conjuntamente considerados, los trastornos
de la personalidad afectan al individuo en diferentes ámbitos, que incluyen la
cognición, la afectividad, los impulsos y el ámbito interpersonal. En general
se trata de alteraciones:
- En la forma de percibir e interpretar los acontecimientos, incluyendo la percepción de uno mismo y de los demás;
- En la naturaleza, intensidad y adecuación de la respuesta emocional;
- En la actividad y relaciones interpersonales; y
- En el control de los impulsos.
Ahora veremos cada trastorno de personalidad y su influencia para la seguridad vial:
- TRASTORNO PARANOIDE: Desconfianza y suspicacia que hace que se interpreten maliciosamente las intenciones de los demás. El trastorno paranoide de la personalidad es el primero de los trastornos que puede interferir con la actividad de la conducción. La suspicacia y desconfianza típicas de los sujetos con esta alteración hace que tengan naturaleza combativa y predominen en ellos expresiones de hostilidad, lo que a su vez puede provocar en los demás una respuesta hostil. Así mismo, pueden experimentar episodios psicóticos breves que duren minutos u horas, al igual que son frecuentes comportamientos asociados de abuso de alcohol y/o drogas, todo lo cual puede constituir, en situaciones asociadas a la conducción, un claro elemento de riesgo.
- TRASTORNO NARCISISTA: Grandiosidad, necesidad de
admiración y falta de empatía. El
trastorno narcisista de la personalidad, al igual que en los casos anteriores,
puede ir asociado a otros trastornos, siendo en este caso el histriónico,
límite, antisocial y paranoide. Aunque en sí mismo tampoco parece estar
directamente relacionado con situaciones de riesgo para la seguridad vial, la
falta de interés por la sensibilidad de los demás y la vulnerabilidad de la
propia autoestima, características del trastorno narcisista de la personalidad,
predisponen a reacciones desdeñosas, agresivas y hostiles que pueden manifestarse
en situaciones de conducción. Adicionalmente, puede ir asociado a trastornos depresivos,
episodios hipomaníacos y abuso de drogas, especialmente, cocaína.
- TRASTORNO DEPENDIENTE: Comportamiento sumiso y pegajoso relacionado con una excesiva necesidad de ser cuidado. Trastorno de la personalidad por dependencia, aunque, no habría que olvidar que es característica de este trastorno la tendencia a evitar la responsabilidad, así como la fuerte ansiedad que se experimenta ante la toma de decisiones, algo frecuente y recurrente en la conducción
- TRASTORNO PASIVO-AGRESIVO: se creen que son condescendientes con los demás pero en realidad se resisten pasivamente a ellos, y en este proceso la persona se vuelve más hostil y enojada. con respecto a la seguridad vial estas personas pueden sufrir ataques de ira y enfrentamientos contra otros conductores.Este trastorno puede ir asociado al paranoide y el narcisista y con sus consecuencias en la conducción.
- TRASTORNO LÍMITE: Inestabilidad
en las relaciones interpersonales, la autoimagen y los afectos, y notable
impulsividad. El
trastorno límite de la personalidad es otro de los que están manifiestamente contraindicados
en situaciones de conducción. De hecho, entre las manifestaciones comportamentales
de este tipo de trastorno se encuentran actos impulsivos, auto-lesivos y
suicidas. En efecto, la impulsividad de este tipo de sujetos suele manifestarse
en áreas potencialmente peligrosas para ellos mismos y en ocasiones también
para los demás como por ejemplo en el abuso de drogas o la conducción
temeraria. Suelen ser frecuentes las amenazas e intentos de suicidio y,
asociados a ellas, comportamientos temerarios, imprudentes, de automutilación y
autodestructivos que, en situaciones de conducción, suponen un manifiesto
riesgo de siniestro vial.
- TRASTORNO ANTISOCIAL: Desprecio
y violación de los derechos de los demás. El
trastorno antisocial de la personalidad constituye un grave factor de riesgo
que es causa de denegación del permiso o licencia de conducción ordinarios. No
debiéramos olvidar que la conducción, además de un aprendizaje complejo,
constituye una actividad social regulada por las normas legales y reglas de
convivencia social. Los comportamientos antisociales en situaciones de
conducción representan un elemento de trasgresión de las normas de tráfico, o
de agresión a los demás usuarios de las vías, que supone un claro
riesgo de accidente y pone en peligro la seguridad de las personas y usuarios
de las vías públicas.
- TRASTORNO HISTRIÓNICO: Emotividad
excesiva y demanda de atención. El
trastorno histriónico de la personalidad no parece constituir, en sí mismo, un
riesgo directo de siniestro vial, aunque es frecuente que se presente
simultáneamente con los trastornos límite, narcisista, antisocial y por
dependencia. No obstante, no habría que olvidar que este trastorno cursa, con
frecuentes intentos y amenazas de suicidio que, aunque no se conozca riesgo
real de suicidio, constituyen formas de coacción. Este mismo deseo de presionar
para atraer sobre sí la atención de los demás, puede manifestarse en
comportamientos con los que, por ejemplo pretendiendo “alardear”, se infrinjan
los límites de velocidad y otras normas de tráfico, pudiendo poner en peligro
la seguridad vial.
- TRASTORNO OBSESIVO: Preocupación por el orden, el
perfeccionismo y el control. El
trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad, al igual que los restantes
trastornos del grupo C, no parece representar un riesgo directo de accidente de
tráfico, aunque también es posible que pueda afectar a la frecuente toma de
decisiones necesaria en la conducción. Asímismo, -si bien es cierto que rara
vez expresan explícitamente su ira este tipo de sujetos suelen trastornarse o
enfadarse en situaciones en que son incapaces de controlar su entorno físico e
interpersonal, hecho frecuente en la conducción. Por otra parte, carecen de la
suficiente flexibilidad como para hacer frente a situaciones nuevas de modo
eficiente y adaptativo, y comparten características con otros trastornos de la personalidad como hostilidad, competitividad y sensación de urgencia, además de asociarse
frecuentemente a trastornos del estado de ánimo y de ansiedad, todas ellas
manifestaciones que pueden llegar a afectar a la seguridad vial.
- TRASTORNO EVITATIVO: Inhibición social, sentimientos de
incompetencia e hipersensibilidad a la evaluación negativa. El
Trastorno de la personalidad por evitación, aisladamente, no parece tener implicaciones
directas para la seguridad vial, pero suele presentarse asociado, además de a
trastornos del estado de ánimo y de ansiedad, al trastorno límite,paranoide, esquizoide y esquizotlico.
- TRASTORNO ESQUIZOIDE: Desconexión
de las relaciones sociales y restricción de la expresión emocional. El
trastorno esquizoide de la personalidad también puede dar lugar a situaciones
de riesgo de accidente. Los sujetos con este tipo de trastorno reaccionan
pasivamente ante las circunstancias adversas y tienen dificultades para
responder adecuadamente a acontecimientos vitales importantes. Igualmente,
pueden tener períodos con síntomas psicóticos muy breves, que duren varios
minutos u horas, incluyendo ideas delirantes y alucinaciones, especialmente
ante estímulos estresores. En ocasiones también pueden presentar asociado un
trastorno del estado de ánimo. Todo ello, conjuntamente considerado, hace que
también esta forma de trastorno de personalidad pueda afectar a la seguridad
vial.
- TRASTORNO ESQUIZOTLICO: Malestar
intenso en las relaciones personales, distorsiones cognoscitivas o perceptivas
y excentricidades del comportamiento. Del
mismo modo, en el trastorno esquizotípico de la personalidad, los sujetos
también suelen presentar síntomas asociados de ansiedad, depresión u otros
estados de ánimo disfóricos, así como episodios psicóticos breves y
transitorios, que pueden afectar igualmente a la seguridad de la circulación.
Hemos
visto como los trastornos de la personalidad se caracterizan por alteraciones
de diversa
índole, cognoscitivas, afectivas, de la actividad interpersonal y del control
de los impulsos. Las manifestaciones de dichas alteraciones variarán,
lógicamente, en función del tipo de trastorno, aunque muchas de ellas pueden
derivar en comportamientos de riesgo para la seguridad vial. Pensemos, por
ejemplo, en los episodios psicóticos o en las reacciones de ira, agresividad,
impulsividad, etc., características de ciertas formas del trastorno de
personalidad, o en los comportamientos antisociales, imprudentes, temerarios o
suicidas asociados a otros.
Por
otra parte, el carácter inflexible y persistente de los rasgos desadaptativos
de personalidad, junto a su naturaleza estable y de larga duración hace que puedan
extenderse a toda una amplia gama de situaciones personales y sociales entre
las que se cuentan las relacionadas con la conducción y el uso de las vías
públicas.
COMO ESTACIONAN LOS TRASTORNOS DE PERSONALIDAD
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