¿QUÉ ES LA VIOLENCIA VIAL?
Mucho se habla actualmente de la violencia vial, en la calle,
en la prensa, televisión, incluso es nombrada por la última reforma del Código
Penal en materia de seguridad vial en su preámbulo (Ley Orgánica 15/2007 de 30
de Noviembre); pero ¿qué consideramos nosotros que es la violencia vial?, ya
que cada uno le da unos matices diferentes a esto (sin rigor científico),
incluso a veces se llega a oír las palabras terrorismo
vial.
A parte de escucharse mucho el termino de violencia vial,
también se oye hablar de agresividad en la conducción, términos que en el
entorno de la sociedad se llegan a equipar o
incluso a igualar. Son dos términos que no están muy definidos por sí
mismos y que pueden tener matices iguales entre los dos, pero lo que sí está
claro es que son conductas riesgosas para la seguridad vial.
La agresividad en la conducción o conducción agresiva, la
podemos definir como cualquier forma de comportamiento de un conductor, con la
que intenta directa o indirectamente provocar, perjudicar o causar daño de
cualquier tipo a otras personas que comparten el espacio común por el que
discurre el tráfico . Generalmente se entiende en el sentido de impulsar
acciones que superan notablemente las
normas de comportamiento de conducción segura y que directamente afecta a otros
usuarios de las vías colocándolos en peligro innecesario. Rodney Slater la
define como: “una combinación de acciones de conducción insegura y conducción
ilegal que demuestran una desatención por la seguridad”. Lo que sí está claro
es que la agresividad en la conducción
no necesariamente requiere de intencionalidad.
Revisando la literatura científica escrita al respecto nos
encontramos con el término “road rage”,
que su traducción literal al español es “ira al volante”, pero que en nuestro caso la traducción más concreta es “violencia vial”,
por las connotaciones que tienen ambos términos, considerándose por muchos
autores como un comportamiento criminal, aunque todavía no hay una definición
unánime al respecto (Wells-Parker, Ceminsky, Hallbergs, Snow, Dunaway, Guiling
et all., 2002) y hace referencia a los casos más extremos y
psicopatológicos de conducción agresiva incluyendo el intento de homicidio”
(Alonso, y otros, Attitudes. La agresividad en la conducción: una visión a
partir de las investigaciones internacionales., 2002).
Se podría considerar a la violencia vial como la forma más extrema de agresión en la
actividad de la conducción, siendo así una categoría diferencial dentro de
ésta, en la que la diferencia sustancial sería la intencionalidad de la acción dolosa; cuando el conductor da un paso más en su
agresividad al volante e intenta agredir físicamente a otro conductor o
pasajero de otro vehículo (Deffenbacher, Lynch & Richards, 2003),
tratándose de una agresión hostil y/o emocional, cuyo objetivo principal sería
provocar daño (Shinar, 1998) o intenta, con ayuda de su vehículo forzar al otro
para intentar causarle algún daño a los ocupantes del mismo.
Por síntesis, nos referimos a que existe violencia vial
cuando las conductas agresivas durante la conducción culminan en la comisión de
un delito.
“Un vehículo en las manos de un conductor violento tiene el mismo efecto que una pistola en las manos de un asesino...”.
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