PRINCIPIOS DE LA INVESTIGACIÓN VIAL
Por el Lic. Osvaldo A. Cuello Videla. Director Editorial Revista TEMA’S
El neologismo “Accidentología”
comprende la unión de dos vocablos: "Accidente", derivado del latín
"Ad-cado" (Ad: a, al, hacia y Cado: Cadere, caer, caida) y "Logía",
derivado del griego "Logos" (discurso, estudio, tratado). Resumiendo,
se denomina Accidentología Vial a la disciplina que estudia las causas y
efectos de los accidentes de tránsito terrestre, realiza su investigación forense
y propone las medidas adecuadas para atenuarlos. El vocablo fue utilizado, ya
en el año 1940 por la Cámara de Senadores de los Estados Unidos y en 1947 en un
seminario realizado en Holanda por médicos y juristas de diecisiete
delegaciones europeas y americanas. (Frigerio, E. J. 2001)
Existen muchas definiciones sobre la Accidentología Vial.
Según el Dr. Aparicio es la “...Disciplina
de la ciencia Criminalística, que aplica los conocimientos y ciencias forenses,
a fin de descubrir las circunstancias en que se desarrolla un hecho de
accidente de tránsito, en una vía de uso público, las causas que interfirieron
y las consecuencias del mismo...” (Aparicio Izquierdo, f. 2002)
El Lic. Juan la define como “...la Especialidad de la Criminalística cuya
finalidad involucra el estudio referido a la participación y protagonismo de
todos los vehículos automotores que estén vinculados a los momentos inmediatos,
mediatos y posteriores al siniestro vial acontecido”. (Juan, H. R. 2002)
Se piensa en los accidentes en términos de hechos fortuitos: Casualidades
que ocurren y que son muy difíciles de evitar. Aparecen como hechos productos
del azar, difíciles de relacionar con otros hechos anteriores.
La
Accidentología es el estudio científico de los accidentes, lo cual implica la
aplicación de una metodología. La materia de estudio de esta especialidad son los
accidentes, que son hechos no planeadoS ni controlados. Su campo es
interdisciplinario, y muchos investigadores provienen de áreas de las ciencias
sociales y la psicología. (Mangosio, J. 2002)
Sin embargo en esta concepción de accidentes no se vislumbra una
relación causal, sino que se los considera hechos aislados sin conexiones con
factores anteriores que influyeron o pudieron intervenir en la producción del
siniestro.
Pero la Accidentología (a secas o Accidentología Vial) es una
disciplina que estudia cada caso en particular y tiene por fin establecer
cuáles fueron las causas inmediatas mediante un informe pericial exclusivo para
cada hecho.
Sin embargo, al considerar la situación actual en el tránsito nos
damos cuenta de que los accidentes ocurren cuando confluyen ciertas condiciones.
Si además de investigar un siniestro, identificamos esas condiciones y
las agrupamos y clasificamos, se pueden tomar las precauciones adecuadas para
evitarlas y por lo tanto, podemos reducir la posibilidad de que ocurran los
accidentes.
Cuando analizamos la situación de una persona que ha tomado alcohol y
protagoniza un accidente o no ha dormido, y en estas condiciones se arriesga a
manejar de noche con mal tiempo y choca, es imposible no incluir en una
relación causal al accidente con esas circunstancias del factor humano y el ambiental.
Estas características, individuales del hecho que la accidentología
determina, también pueden ser comunes a otros casos similares. Vemos entonces que los accidentes, si bien
aparecen como hechos aislados e inesperados, no son hechos librados al azar e
imposibles de evitar, pues existen algunos factores comunes que determinan la
ocurrencia de los mismos.
El conocimiento de aquellos factores que confluyen para que éstos
ocurran, nos permitiría trabajar sobre ellos para cambiarlos cuanto sea posible
y así disminuir la posibilidad de ocurrencia o por lo menos disminuir sus
consecuencias sobre las personas y las cosas. En otras palabras, disminuir el
riesgo.
Visto de esta manera el accidente no aparece como algo inevitable.
La investigación determina los Factores de Riesgo
Nos damos cuenta entonces de que la prevención juega un papel muy importante,
pero para que sea efectiva, debemos conocer cuáles son las circunstancias que
hacen que un accidente ocurra y es aquí donde la investigación de siniestros
adquiere un valor preponderante y mucho más relevante que la investigación del
caso concreto.
Podemos decir entonces que los accidentes son hechos no intencionales
con consecuencias dañosas para las cosas y las personas, que podrían ser evitados
y que es posible disminuir sus consecuencias o posibilidad de ocurrencia si se
tomaran algunas precauciones.
Se trata entonces de un encadenamiento de hechos y circunstancias que
si no cortamos en algún momento de su desarrollo con medidas de prevención,
pueden culminar en una lesión o la muerte. Esas circunstancias cuando se repiten
en una diversidad de hechos y desencadenan un accidente se denominan “factores
de riesgo”
Las causas y la Seguridad Vial
La seguridad vial implica la reducción del riesgo de accidentes y
lesiones en la vía pública, tanto urbana como rural, lograda a través de
enfoques multidisciplinarios que abarcan ingeniería vial, gestión y control del
tráfico, educación y formación de los usuarios en las públicas e incluso el
diseño de los vehículos.
Se puede decir que respecto de la Seguridad Vial la accidentología
es la investigación multidisciplinaria de los accidentes de tránsito, con el
objeto de determinar sus causas y consecuencias, a fin de plasmar sus
conclusiones en peritajes y estudios de casos, mientras que la seguridad vial
lo hace en normas y acciones preventivas que concurran a eliminar o modificar
los agentes desencadenantes, o introducir otros elementos que atenúen sus efectos
dañosos, con lo que se aumenta el margen de seguridad de los usuarios. (ISEV
2008)
Es multidisciplinaria,
porque para su desarrollo se recurre a diversas
tecnologías y disciplinas científicas: química, física, ingeniería
(civil, vial, mecánica), medicina, psicología, estadística, informática,
fotogrametría, planimetría, etc.
Su objetivo es
determinar cuales son los agentes causantes del accidente y de cada una de sus
consecuencias, con el fin de eliminar aquellas o atenuar éstas, lo que se
conoce como prevención (o seguridad) activa y pasiva, es decir atacar las
causas y disminuir las consecuencias, respectivamente.
La finalidad de la
investigación puede obedecer a distintos requerimientos. Principalmente podemos
distinguir los individuales y los sociales, o sea determinar la responsabilidad
administrativa, civil o penal del o de los causantes del accidente en el primer
caso y, en el segundo, establecer las grandes causas, los lugares peligrosos,
los elementos letales, las conductas sociales riesgosas, y hasta los sectores
sociales (jóvenes, bebedores, cardíacos, colectiveros, etc.) más siniestrables.
Esta Accidentología
tiene a su vez dos grandes vertientes: la macroinvestigación y la especializada
o particularizada; aquella es la que se obtiene a través de la estadística (de
accidentes, de inhabilitación, de otorgamiento o renovación de licencias, de la
revisión técnica periódica de vehículos, de las infracciones, etc.) y la segunda
es la que surge de la investigación en detalle y profundidad de un accidente
determinado, por su magnitud o características especiales o de un lugar (punto
negro) por la habitualidad de siniestros allí, o de un modelo de vehículo
determinado, etc.
Por ello es de suma
importancia que todo aquel que intervenga en un accidente (sea como conductor,
víctima o simplemente espectador), no altere la situación en la que hayan
quedado los vehículos y siga las recomendaciones de los especialistas “...Ello contribuye a que se cuente con la mayor
cantidad de evidencias materiales que hayan quedado en el sitio del accidente,
que permitan realizar una investigación certera, dando lugar a conclusiones veraces
del siniestro y sus circunstancias...” (ISEV 2008)
Del conjunto de
conclusiones, surgirán las recomendaciones sobre conductas convenientes,
normas, y acciones a desarrollar para prevenir los accidentes, es decir, que el
análisis global accidentológico podría dar como resultado un Programa de Seguridad Vial General, o por lo menos las políticas
a adoptar en la materia, que generalmente van a incluir una mayor precisión en
la investigación y un
ajuste y control en sus resultados.
Seguridad Activa y Pasiva
El vehículo automóvil debe estar dotado de una seguridad activa y
otra pasiva.
La seguridad activa es la que debe tener un vehículo para evitar
en lo posible, que se produzca un accidente, como es el sistema de frenos, el
sistema de dirección, el sistema de luces, bocina, limpiaparabrisas, parasoles,
espejos, etc. Estos elementos no actúan si no actúa el conductor.
La seguridad pasiva es la que debe tener un vehículo para que una
vez producido un accidente y durante el mismo, las posibles lesiones y consecuencias
para sus ocupantes sean las menos posibles, como puede ser la resistencia de la
carrocería a los diversos golpes, el cinturón de seguridad, las bolsas de aire
(air-bag), los apoya-cabezas, los asientos, etc.
La diferencia entre seguridad activa y pasiva está en que la
activa requiere una acción previa por parte del conductor para que actúe y
tiende a evitar que se vea involucrado en un accidente, en tanto que la pasiva
actúa automáticamente una vez producido el mismo y tiene como finalidad atenuar
las consecuencias para los ocupantes de los rodados para que en caso de
accidente los riesgos sean los menos posibles.
Los vehículos en general deben estar fabricados conforme a las
normas de homologación establecidas y para ello deberán cumplir con los
requisitos para adecuar su estructura y brindar una seguridad pasiva de modo
tal que no deberán tener adornos ni otros objetos que presenten aristas vivas o
salientes que constituyan peligro. No deben poseer asientos anclados de forma
resistente y segura que eviten el desplazamiento; tendrán las cerraduras y
bisagras de las puertas de forma que impidan la apertura no deseada; cristales
de seguridad que impidan su astillamiento y produzcan fragmentos peligrosos,
etc.
Entre los principales dispositivos de seguridad pasiva se encuentran:
- Paragolpes deformables para aminorar los efectos en caso de
colisión o alcance.
- Guardabarros, incorporados normalmente a la carrocería del
vehículo para evitar las salpicaduras de agua sucia o barro etc., que
perjudican la visibilidad de los conductores que circulen detrás.
- Los apoya-cabezas, que están situados en la parte superior del
respaldo de los asientos, sirven para proteger la cabeza y vértebras cervicales
contra los movimientos hacia atrás en caso de colisión.
- El air-bag es una bolsa de gas que se infla frente al conductor u
ocupante del vehículo en caso de colisión. Su funcionamiento se basa en la
absorción de energía cinética del choque mediante la amortiguación que produce
una bolsa llena de gas. Al chocar contra la bolsa, que debe estar completamente
inflada en ese momento, el cuerpo transmite a la misma su energía, al tiempo
que ésta le impide que se mueva y se lesione.
- El cinturón de seguridad de tres anclajes que es una banda de
tejido muy sólido, extensible pero no elástico para evitar el choque por retroceso. Consta de una banda lateral
y un cinturón bajo.
La
investigación Accidentológica
Se
distinguen en la investigación accidentológica dos métodos principales:
A.-
El análisis/método para uso estadístico; prácticamente una lista de chequeo de
los factores intervinientes en los siniestros viales, y
B.-
Las investigaciones de accidentes, con uso de todos los recursos de la investigación
científica y la física para determinar las causas de un hecho en particular.
Este es el aspecto pericial de la Accidentología vial, de uso frecuente en
esferas forenses y de aseguradoras.
Entre
las metodologías se distinguen algunas fundamentales: (Mangosio, J. 2002)
- Las metodologías basadas en cadenas
causales,
- Las metodologías basadas en el análisis
por cambios,
- Las metodologías basadas en el
análisis de sistemas sociotécnicos.
De acuerdo con la “Ley de Multicausalidad”
cada vez que se produce un accidente de tránsito es de mucha importancia
detectar sus causas.
El propósito es proponer recomendaciones para
evitar su repetición hasta donde sea posible, reeducando a los
conductores y/o peatones comprometidos, proponiendo mejoras en la señalización,
etc.
Al investigar un accidente, obviamente vamos a
actuar después de sucedido. Desde este punto de vista no es la investigación
estrictamente preventiva, pero su utilidad reside en las causas descubiertas
para corregirlas y usarlas como elemento preventivo. (Mangosio, J. 2002)
Son de mucha utilidad los análisis de accidentes
porque se aprende de ellos para recomendar conducir con seguridad.
Se
entiende por análisis “…a la distinción o
separación de las partes de un todo hasta llegar a conocer sus principios o
elementos…” Dado un hecho, que es el accidente, se buscarán todas sus
partes o componentes. (Diccionario Gran Consultor Educar).
Se
entiende por investigación de accidentes a la acción de indagar y buscar con el
propósito de descubrir relaciones causas-efecto. “...Una investigación no está limitada a la aplicación de una norma de tipo
estadístico sino que trata de encontrar todos los factores del accidente con el
objeto de prevenir hechos similares, delimitar responsabilidades, evaluar la
naturaleza y magnitud del hecho, e informar a las autoridades y al público...”
(Mangosio, J. 2002)
Etapas de la investigación
Los
pasos a seguir en un proceso de investigación son los siguientes:
- Recolección
de información,
- Análisis
de los datos,
- Conclusiones
y Recomendaciones.
Este
proceso es obvio y cada uno de ellos puede constituir un capítulo del informe
de la investigación.
Este
proceso para determinar las “causas” de un accidente de tránsito le corresponde
al perito en Accidentología vial, quien es el que se encarga de establecer
cuáles fueron los elementos etiológicos de un accidente puntual y determinado a
los fines de la investigación forense de un suceso particular, con el fin de
encontrar responsabilidades.
La
labor es importante porque ayuda a establecer si el accidente tiene origen en
el error humano, deficiencias en la vía, o desperfectos en el vehículo.
a) Recolección de información:
El
primer paso de un proceso de investigación es obtener información sobre lo ocurrido.
Se debe llegar al lugar del hecho lo antes posible a fin de evaluar la magnitud
de los daños, asegurar el lugar y ubicar testigos circunstanciales.
Los
pasos a realizar en esta etapa son los siguientes:
- Asegurar el lugar a fin de poder
conservar las evidencias, e impedir su desaparición, ya sea intencional o
fortuita.
- Buscar evidencias transitorias, tales
como manchas de agua, huellas, derrames de líquido, etc.
- Tomar fotografías, hacer planos, mapas
y diagramas.
- Recolección de objetos físicos.
- Entrevistas con testigos.
El
objeto de estas técnicas es ayudar al investigador a formarse una imagen visual
de lo ocurrido.
En
el lugar donde ocurrió un accidente quedan por lo general, objetos tales como
trozos provenientes de roturas o proyectados. Además, en ciertos casos es necesario
tomar muestras de materiales para determinar características físicas y químicas
de los mismos (por ejemplo: material de estructuras para ser analizado, muestras
de aceite, de combustible, pintura, etc.)
La
información recolectada a través de entrevistas con testigos constituye la
parte más importante de la etapa de recolección de información.
b) Análisis de los Datos:
A
partir de los primeros indicios recolectados se formularán hipótesis que conducirán
a la búsqueda de datos para su conformación o rechazo. Este proceso de
formulación de hipótesis y búsqueda de datos es ayudado mediante técnicas
analíticas.
La
recolección indiscriminada de datos así como la formulación de hipótesis no
basadas en datos son de poca utilidad.
Dentro
de las teorías causales sobre el origen de los accidentes se encuentran la Teoría Secuencial
y la Teoría
Multifactorial.
La
Teoría Secuencial
propuesta originalmente por por Kepner y Tregoe –citado por Mangosio- sostiene
que “…los accidentes se originan debido a
una encadenación de hechos, constituyendo lo que se denomina una cadena causal.
La Teoría
Multifactorial sostiene que la concurrencia simultánea de los
factores de riesgo origina el accidente. Esto es un caso de causalidad
conjuntiva. Ambas teorías no son contradictorias sino que se complementan como
se puede observar al hacer un análisis secuencial de un accidente…” (Mangosio,
J. 2002)
c) Etapa de conclusiones y recomendaciones:
Constituye
el proceso final de la investigación, en donde se determinan las causas del
siniestro que determinaron su ocurrencia en forma directa, los factores de
riesgo que le contribuyeron al mismo de manera aleatoria y la mecánica del
accidente, es decir la cadena de eventos que a raíz de su ocurrencia
determinaron las consecuencias.
Se trata de determinar que factores
elementales o básicos tuvieron influencia en la producción del siniestro. Estos
elementos o factores son “El hombre, la
vía y el factor mecánico”, los cuales pueden actuar de manera individual o
interrelacionados.
Del análisis de éstos elementos
puede conocerse cómo fue la mecánica del accidente vial y además es preciso
determinar qué elemento lo causó y el motivo real que lo ocasionó.
Debe tenerse en cuenta que
generalmente un accidente se produce por la conjunción de una serie de
elementos que independientemente no pueden ser considerados como causa, pero
que en su conjunto determinan la ocurrencia del siniestro.
Así por ejemplo puede atribuirse al
estado del camino la ocurrencia de un siniestro, pero debe considerarse que tal
vez por ese punto hayan pasado otros vehículos sin que se produjera un
accidente, por lo tanto debe considerarse que hubieron otros elementos que
sumados al principal contribuyeron a ello. Lo expresado supone que la causa del
accidente no ha sido el estado de la ruta sino que han coincidido condiciones
especiales del vehículo o su conductor (Velocidad excesiva, descuido del
conductor, mala conservación de los neumáticos).
Es en este punto donde adquiere
gran importancia una buena reconstrucción del accidente y el análisis de los
factores de riesgo en él involucrados, puesto que de ello se derivarán las
afirmaciones que demostrarán que el accidente se produjo por la conjunción de
agentes que de no haber estado presentes no hubieran devenido en el siniestro
vial.
Pequeñas contribuciones de los
factores de riesgo pueden favorecer a la producción del accidente.
Bibliografía
citada:
- APARICIO IZQUIERDO, FRANCISCO.
“Accidentes de Tránsito”. Industrial. Madrid. España 2002.
- FRIGERIO
EDUARDO JOSE LUCIO, “Accidentología y Seguridad Vial” Trabajo
inédito, Universidad de Buenos Aires. Bs. As. 2001.-
- INSTITUTO
DE SEGURIDAD Y EDUCACION VIAL (ISEV). “Seguridad Vial. Bases para el entendimiento
de la problemática del tránsito y la seguridad vial” ISEV. Fascículo I. Ano I. Argentina. Bs. As. 2008
- JUAN,
HECTOR RAUL. “Introducción a la Criminalística”. Ed.
Universidad del Aconcagua. Mendoza. 2002.
- MANGOSIO,
JORGE. “Investigación de Accidentes”. Facultad
de Ciencias Físicomatemáticas e Ingeniería. Universidad Católica Argentina.
Argentina. 2002.